Descubrí la corvina hace un mes más o menos. Una compañera del gimnasio me cogió número en la pescadería y cuando vio que era salvaje, me comentó que debía estar muy buena y me lancé a comprarla. No la conocía y no sabía que era un delicioso pescado. En realidad, la cociné según me inspiró ese día, y en el mercado de mi ciudad tuve una cabeza enorme de este bicho en las manos poco tiempo después Lo que tampoco sabía era que es un pescado muy consumido en Perú y Uruguay. Lo descubrí justo después en un viaje a América que he hecho esta Navidad, en el iba leyendo este libro de Vargas Llosa, que aprovecho para recomendaros. No visité Perú, pero sí Montevideo, Argentina y Chile, donde es muy consumido también. El libro me ha gustado bastante, hay dos misterios que enganchan y sobre todo volver a encontrar viejos personajes del universo de este escritor. Me ha gustado el tema actual principal y también otros secundarios muy de actualidad, como el de los programas de prensa rosa en los medios de comunicación. Siempre disfruto de sus novelas, y quizás de ésta por la técnica narrativa que utiliza y no le recuerdo en otros libros. Consiste en hacer hablar en una conversación a un personaje llamado Fonchito que no está presente y que además suele aparecer cuando están hablando de que ve a alguien que podría no existir, ser un demonio o un fantasma. Me pareció brillante. ¿Por qué en esta receta? Cada vez que los personajes de la novela salen comiendo en un restaurante, piden Corvina; esto me produjo mucha risa y encima visité Montevideo, con la casualidad de que entré en una tienda de pesca-bar junto al puerto y era un club de Pesca de Corvina, que ellos llaman en Uruguay Tambera. Los locales me explicaron que hacen una fiesta (yo diría fiestón...por las fotos que hay colgadas en el bar...) todos los diciembres, ya que es su temporada de pesca y la cocinan y comen en las calles. Me pareció mucha casualidad y he querido recordarlo en esta entrada.
La preparé simple, para probar bien su sabor nuevo para mí. Corvina salvaje sobre crema de Idiazábal y granada, acompañada por unas setas shitake salteadas con ajo.
El pescado a la plancha no más de 2 minutos. Os sorprenderá la combinación del queso con la granada y el pescado. Aunque no podáis verlo, lleva una suave crema de queso Idiazábal en la base. Para contrastar el sabor le puse unos granos de granada tal cual, que resultaron deliciosos en la combinación.
Para la crema de Idizábal:
un poquito de nata en un cazo y el queso rallado con pimienta y sal.
Muy suave, que no se malogre..por favor....
El acompañamiento, con setas shitake, que son las que más me gustan con el pescado, que si no corre el peligro de saber a ná con ná...ya me entendéis.
En fin, espero que me hagáis caso y la preparéis tal cual. Y si os leéis el libro, no dejéis de comentarme si os gustó.
Y sí, ya he vuelto, que os tenía muy abandonados!!!!!! Feliz año!!!!
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