Pues claro...no todos los días tenemos tiempo de pensar qué se come al día siguiente. Pero no me seáis aburriditos y variad un poco.
¿Qué tal si le ponéis una salsa de naranja al pollo o cambiáis el aspecto del puré de patatas? Es un segundito!!!! Se tarda lo mismo en hacer una salsa de naranja para el pollo que en sacar del congelador algún revuelto precocinado y echarlo en la sartén y que se haga o que pelar y picar patatas. De veras que teniendo un par de naranjas y cebolleta o cebolla, no es necesario aburrir mortalmente al personal.
Tan sólo sofreíd la cebolla blanca en el mismo aceite donde ya habéis dorado la pechuga de pollo. A continuación, una cucharada de harina que moveremos enérgicamente y entonces vertemos el zumo de naranja.
A mí me gustan las naranjas amargas, pero eso depende de cada una. Son las que da mi huerto, así que no necesito ponerle pimienta. Una vez salteadas las pechugas y cocida la cebolla, añadimos los filestes a la salsa y los dejamos unos cinco minutos a fuego lento. Queda así |
El puré está hecho de patata y espárrago verde, pero si no queréis tener problemas con las cuchillas de la batidora por los pelitos del espárrago y lo queréis hacer sólo de patatas, no seáis sositos...y usad la imaginación. con los moldes chorra que venden o regalan, dadle forma al puré de zanahorias o
Poned el de patatas en capas y en medio le podéis añadir confitura de higos. A ver, de higos es la que yo tenía casera, pero le va cualquiera. Hablamos de la patata; no hay sabor más prostituido que éste; combina con cualquier fruta.
Ya sé que queda un poco chorra para un adulto...jajaja..pero es que algunos aún no hemos madurado todavía. Y a mí me divierte mucho este juego. Ya me contaréis qué tal.
P.D. Mañana un potaje ya, que toca.
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