Al cabo de varios siglos, llegó a oídos del rey del mar la historia de la comunidad escondida y decidió ir en persona a conocerla y a recompensarla por su inteligencia y tesón. Las liberó de su condena dejándolas salir a la superficie, pero nunca alejadas de las arenas y el agua y les buscó tres amigos para que no olvidaran:
1. una bola blanca que hacía llorar y así no olvidarían su sufrimiento;
2. otra bola roja que venía de su lugar de origen, América para que no olvidaran las puestas de sol de sus orígenes y tuvieran algo por lo que luchar
3. y una bola marrón rellena de minibolitas rojas que explotaban como ellas y tenían nombre de arma de fuego, para que no olvidaran la sangre que se puede derramar en la batalla.
Se hacían llamar cebolla, tomate y granada. Los tres mosqueteros para los berberechos. Y además les aportarían mucho:
- La cebolla, que es muy dulce cuando la mimas, les enseñaría a amar y podrían recuperar el tiempo perdido.
- El tomate, que tiene todo el secreto de la luz del sol, les enseñaría a calentarse tumbaditas y bronceaditas, como descansan los héroes tras la batalla.
- Y la granada, que está formada de pequeñísimas y juguetonas partes, les enseñaría a hacerse cosquillas y podrían jugar por fin.
Y con su memoria histórica intacta (no como pasa en otras comunidades actuales…ejem) salieron a celebrarlo con sus nuevos amigos y éste fue el resultado: Alegre, cariñoso y dulce!!!!
Estos son los ingredientes:
Recordad tenedlos en agua con sal un rato para que suelten la tierra y también pelad los tomates en daditos. Ese pelatomates rojo que me trajeron del País Vasco es la caña.
Hacemos la cebolla, el ajo y el tomate y al final le añadimos los berberechos. Cuando abran, retiramos del fuego y todo ese caldito calentito es el aliño. Volcamos sin miedo sobre la lechugita.
Ponemos una base de brotes y picamos cebollino y granada por encima. Unas gotas de vinagre y ya está, rápida y sencilla....
Es divertido hablar sobre la etimología desconocida de la palabra berberecho y sobre todo escuchar cómo a los niños les hace gracia el nombre y pronunciarlo. Por los enanos os he dado la paliza con la leyendita...Además es real que saltan y explotan y silban: Sorry!!!!
DUDA: ¿se pueden sustituir los berberechos por almejas? NO..nada que ver aquí. Pillar berberechos en las pescaderías de Andalucía es un raro lujo y nada que ver su sabor con la almeja...¡qué va!
PD: no he podido cargar el video en el que saltan y silban....ay...tecnología= exasperación...=(